Desde el colectivo político Argamasa convocamos a organizaciones sociales, territoriales, sindicales, cooperativas y políticas a debatir los problemas de la construcción de organización y poder popular en esta coyuntura critica de nuestro país. Creemos que sin una perspectiva de poder desde abajo que sustente un proyecto político, ningún gobierno, por mejores intenciones que tenga, tiene posibilidades de lograr transformaciones reales en la estructura social, económica y política. Ese es un rol esencial de las organizaciones del campo popular, a ser construido desde la base, y no deberìamos seguir dejando ese papel en manos de quienes estén eventualmente a cargo del aparato estatal (incluso proveniendo de las propias organizaciones). 

Esperar resolver todo desde la administración del Estado ya ha mostrado sus límites en la práctica concreta de los gobiernos populares en toda América Latina. Sin una perspectiva estratégica acorde a los desafíos que nos propone la compleja realidad actual, tanto internacional como del plano local, la repetición de la frustración y la impotencia volverán a ser el destino de los eventuales triunfos electorales contra una derecha cada vez más radicalizada, que se sostendrán en los fracasos ajenos más que en los méritos propios, sin ofrecer a nuestro pueblo una perspectiva de poder y un futuro de cambios que tuerzan la historia de derrotas y desastres para el campo popular. 

Es por eso que, además de múltiples iniciativas de colectivos compañeros (incluídos aquellos con perspectivas electorales), creemos necesario debatir a partir de la práctica y las situaciones reales de las organizaciones populares que actúan en los territorios, en los lugares de trabajo, en sindicatos, cooperativas y organizaciones de la economía popular, en los ámbitos educativos y en todo tipo de organizaciones de nuestro pueblo. La discusión franca con conocimiento de las realidades desde la base y con perspectiva de construcción de organización y poder popular es fundamental para desarrollar la fuerza social necesaria para enfrentar al poder concentrado y a sus manifestaciones políticas, económicas y culturales. 

Desde Argamasa pensamos que este tipo de debates todavía no se hizo del todo presente en el proceso político que el campo popular atraviesa desde la llegada de Milei al gobierno. Pasamos del asombro al diagnóstico y la denuncia de las atrocidades del gobierno, de la culpabilización de los sectores populares que lo votaron a la espera por decantación de su decepción, del cuestionamiento a la dirigencia política a la expectativa por el armado “de unidad” que permita la vuelta de un gobierno más afín. La discusión programática, la reconstrucción de un proyecto nacional, popular y revolucionario acorde a los desafíos de la compleja situación nacional e internacional escasea mucho más. Pero la perspectiva de la construcción de poder popular como la única forma posible de equilibrar la correlación de fuerzas tan desfavorable a los sectores populares es la parte del debate político más ausente y difícil de construir, porque no solo va en contra de la corriente general de la política, sino de la cultura militante que se transformó en la norma en gran parte del campo popular, en la que solo importa ganar poder dentro del aparato estatal. No negamos la importancia de la disputa electoral (Milei, así como antes Macri, llegó al poder por elecciones) ni el hecho de que, por el momento, la movilización callejera y la lucha sectorial no alcanza para frenar la avanzada de la derecha sin un mayor peso de opciones políticas del campo popular en lo legislativo, ni mucho menos la importancia de tener un gobierno favorable a los intereses del pueblo. Se trata, justamente, de la necesidad de la fortaleza de la organización popular para que las limitadas herramientas de la democracia formal tengan el empuje desde abajo y la orientación transformadora necesaria para dar una disputa seria por el poder y perdurable en el largo plazo. 

Sabemos que el desafío excede a nuestras limitadas fuerzas y, por eso, llamamos a las organizaciones y compañeros y compañeras que compartan esta visión a encontrarnos para iniciar un proceso de debate y construcción de esa organización y poder popular que necesitamos con urgencia. 

El Encuentro de Organizaciones Populares busca dar un debate ambicioso que debe tener proyección federal y ampliarse constantemente con nuevos grupos/organizaciones, siendo imposible de agotarse en una jornada. Así las cosas, planteamos la realización de un preencuentro, que nos permita sentar las bases de la organización de la edición 2025 del encuentro, junto a otros colectivos compañeros,  y una dinámica que prevé la continuidad de las reuniones el año próximo.